viernes, 5 de octubre de 2012

S5: El autoretrato y el Art Brut

Esta semana empezamos la clase con un autoretrato y en cierta manera al principio todos nos bloqueamos, no sabíamos por donde empezar, unos lo hacían en blanco y negro y el resto añadían algo de color, pero eso no era la diferencia fundamental de los dibujos sino el procedimiento.

Al dibujar la mayoría tratabamos que el dibujo se pareciese a la realidad, en parte producto de ese bloqueo inicial y como por costumbre hemos tomado como vía principal el camino del dibujo que busca parecerse a la realidad.

Este es un ejemplo de como caí en la busqueda del parecido real.


Una vez fui consciente de la falta de expresividad de este dibujo probé cambiando el estilo, buscando ese Art Brut que todo llevamos dentro, fundamental cuando no sabíamos hablar pero que se ha desplazado a un segundo plano respecto del dibujo que busca represemtar fielmente la realidad.



Sin embargo, aunque estos dibujos se alejasen de esa busqueda por plasmar la realidad, nunca me llegaron a convencer, necesitaba algo que fuera menos compositivo, y para ello cambie de nuevo el procedimiento. En los dos dibujos de arriba por ejemplo empezé por definir lo que iba a ser los ojos, la boca, la nariz... Elementos que pudiesen identificarse con un rosotro y sobre este plasmar emociones a traves de los colores y la fluidez, por eso, aunque el dibujo es abstracto, en su composición a intervenido la consciencia regulando y fijando el movimiento de la mano, esto sería clave para empezar un dibujo con un procedimiento totalmente distinto.

En este nuevo dibujo empezé con una madeja de líneas, al principio nunca pensé que con tantas líneas podría "definir" un rostro, me alejaba constantemente, veía miles de posiblidades, distintas combinaciones de líneas dispuestas como una madeja sobre el papel.

Ante tal desorden me paralizé, era el momento de olvidar cualquier intento de imitar la realidad, así que me distancié un poco y con pintura negra hice un primer tanteo del rostro, a la vez pensé que sería interesante crear un fondo más homogéneo combinando los colores y que ese mismo fondo se fuera definiendo en un rostro. Tras un largo proceso y las muchas dudas que me producía el dibujo conseguí una primera fase interesante, con un orden aparente en las primeras capas pero cada capa nueva alteraba lo anteriror generando un caos de profundidad infinita.

A partir de ese primer proceso fue más fácil definir el rostro, había roto la barrera que me impedía dibujar sin fijar la mano a mi consciencia, empezé dando brochazos que se convertían en trazos interesantes y fui completando hasta que pude ver una cara, había llegado ya al final del proceso.

Me sentí genial cuando pude ver lo que había dibujado, liberarse de lo convencional nucna es fácil pero hoy lo había conseguido, había dibujado un rostro donde lo no lo había pero este sin embargo no tenía una presencia notoria, sino que se ocultaba con el fondo.

Considero que ha sido una semana de trabajo muy tensa, he experimentado el agobio al ver que no podía desmarcarme del trazado consciente, sin embargo al final he sentido alivio al ver que era capaz de hacer algo que tras varios intentos no terminaba de lograr.


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